En la magia de la creación del edén,
el amor cautivo el corazón,
con su piadosa pasión,
desquicio la razón y la imaginación.
La laguna espiritual del alma,
miro la esencia de su palacio de cristal,
reflejando las quimeras alucinante,
que seducían tú cuerpo angelical.
Cautivado el amor por el saber,
abrumado por la tentación,
que abrazaba el loco amor,
calmó las ansias fantástica del delirio.
Los sueños magnánimos dementes,
estaban presos en el oasis encantado,
que añoraba la exaltación del presente,
contemplando el amor sometido.
Maflye. 10/02/2009
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