Época del reinado solar del edén,
germinó fábula de una libidinosa Luna,
heroína que enaltecía infinito paraíso,
la beldad y sensorial de la fisonomías sublimes.
Luna de sentimientos sensuales y aguerrida pasión,
trastocaban cristales inmemoriales de la calidez,
con matices arco iris en su tersa piel,
y refugio en su vitrina de su noble alma.
Tierno sol conoció en el albor del alba,
a su hechicera luna que inmortalizaba la penumbra,
amándolo inmensurablemente en el planeta noctambulo,
para vivir eternamente en el cofre de su corazón.
Rey sol amaba humildemente a su luna misteriosa,
produciendo equilibrio emocional de relajación interna,
donde la paz del alma del ser se extasiaba a plenitud,
llevándolo al clímax máximo de la excitación de las entrañas.
Maflye. 22/08/2009.
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